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Aceros (Normas y especificaciones internacionales)

Durante el proceso de fabricación de los aceros, el primer proceso de deformación mecánica se denomina forja y este proceso es realizado con el uso de calor (1,200 a 1,400 °C), con el fin de favorecer la fluencia del material (deformación) y lograr destruir toda la estructura del proceso de solidificación, estructura de muy baja resistencia mecánica por la ausencia de uniformidad de la misma.


La materia prima para la forja, se llama lingote, que es el resultante del proceso de aceración (solidificación del acero) 


Ahora bien, hablando de Laminación en caliente, definiremos este proceso cómo un proceso de terminado de la barra de acero, dónde también es usado calor cómo medio para favorecer la fluencia (deformación y/o confirmado) del acero, al hacerlo pasar en repetidas ocasiones entre dos rodillos con el fin de conferirle el perfil (forma) y dimensión final de la barra.


El uso de elevadas temperaturas (1,200 – 1,400 °C) y la deformación del material en su paso entre los rodillos, genera la “posibilidad” de la aparición de defectos inherentes (propios del proceso), tales como: